martes, 9 de abril de 2013

La célula animal.

La célula es la parte más pequeña que forma los seres vivos. Una célula respira, se alimenta y se reproduce. Para poder realizar todas estas funciones, las células poseen una serie de órganos muy pequeños. Se los llama organoides y solo son visibles a través de un microscopio. Conozcamos algunos organoides:

Mitocondrias: Con los alimentos y el oxígeno que entran en la célula, las mitocondrias producen la energía necesaria para todas las funciones celulares.

Citoplasma: En él se encuentran todos los organoides. El citoplasma posee una serie de filamentos llamados microtúbulos, que forman el esqueleto celular.

Lisosomas: En su interior hay enzimas. Las encimas son unas sustancias que actúan sobre otras y las descomponen o "digieren" para que la célula las pueda asimilar.

Membrana citoplasmática: Protege a la célula y actúa como un filtro. Tiene solamente las sustancias que la célula necesita.

Centriolos: En ellos se forman los filamentos que constituyen el esqueleto celular. Además intervienen en la reproducción, al actuar sobre los cromosomas.

Retículo endoplasmático: Está formado por tubos aplanados que tienen en su superficie externa unos grándulos: los ribosomas. Estos sintetizan proteínas.

Cromosomas: Se encuentran en el interior del núcleo. Los cromosomas son los encargados de transmitir las características hereditarias.

Retículo de Golgi: Está formado por una serie de tubos y vesículas. Sirve para almacenar proteínas. A través de las vesículas entran y salen sustancias.

Núcleo: Es el organoide que más se destaca. En su interior se encuentran los cromosomas y el nucléolo. Este último "fabrica" los ribosomas.

Membrana nuclear: Separa el núcleo del citoplasma, pero tiene numerosos orificios que permiten la comunicación entre ambos.